sábado, 1 de septiembre de 2012

La tan argentina pregunta de sus ojos

Durante toda la lectura de la novela podemos ver que la historia de Benjamín Chaparro esta completamente relacionada con momentos históricos importantes del país y el personaje en si es un típico argentino.

El protagonista:
Es un hombre triste, viejo y divorciado dos veces; que empieza a escribir un libro para calmar culpas y para ocupar con algo los primeros días de su vida como jubilado. Es un muy buen personaje que se la pasa disconforme, bordeando la depresión, pensando en lo que pudo ser y quejándose permanentemente por lo que le tocó vivir. Estas ultimas características son propias del argentino, siempre pensando en la suerte del otro y nunca valorando nada de lo que tiene.

La historia en la historia:

Después está la historia que decide contar en su libro, que si bien no es él, el protagonista, termina sindolo por completo: El asesinato de Liliana Colotto, esposa de Ricardo Agustín Morales, el 30 de mayo de 1968, fecha en la que Chaparro acude a la escena del crimen en calidad de prosecretario del Juzgado de Instrucción N°41 de la Ciudad de Buenos Aires. 
Ahí comienza verdaderamente la historia, que nos demuestra que no solo la mujer violada y asesinada es la victima, sino que todos lo somos. La injusticia y las "tramolladas" que presenta la historia son las típicas costumbres argentinas. Un abogado corrupto y mañoso que logra salirse con la suya, unos supuestos asesinos engañados y amenazados, y por supuesto la justicia ciega de la que tanto nos quejamos.
En un texto que habla sobre las costumbres argentinas en la literatura, Feimann describe a los policiales argentinos como los mas atípicos del mundo, son las únicas historias donde el policía es el malo y el bueno es aquel que lo desafía y gana. 

Y finalmente, el hecho de que pese al tiempo y momento histórico en que se desarrolla la historia que escribe el personaje, entre 1968 y 1973 ― periodo donde la persecución política se va incrementando en la Argentina, con todo lo que eso implica ―, éste no hace a la historia; si bien inevitablemente aparece. 

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